Fiesta de la Candelaria en Villa de Seris: mestizaje y religiosidad en Sonora

Plaza y templo de Villa de Seris. Foto: Instituto Sonorense de Cultura

En la región central de Sonora la tradición del Día de la Candelaria tiene su mayor relevancia en la comunidad de Villa de Seris, adosada a Hermosillo, capital del estado. La festividad religiosa y popular representa una de las mayores expresiones culturales del sector mestizo de la región, la cual, con excepción de dicho festejo, así como de la fiesta de San Francisco en Magdalena, tiene más bien entre sus pueblos originarios las más fervorosas manifestaciones de religiosidad.

Si bien su toponímico refiere a una de las etnias de la costa central, el pueblo comcáac o seri, Villa de Seris es en realidad un asentamiento típico del sector poblacional de ascendencia criolla, y es debido a su proceso histórico que se definió su nombramiento condicionado étnicamente. Hacia 1770, se pretendió por parte de la milicia de la Corona española congregar a las bandas semi-nómadas, conocidas genéricamente como “seris”, junto al emplazamiento militar de la región, el Presidio de San Pedro de la Conquista del Pitic, al sur del río Sonora, en las cercanías de la aldea de la etnia o’ob o pima llamada Pitic. A la par de la acción militar, se edificó la capilla de Nuestra Señora del Pópulo, mediante la cual se buscó evangelizarles. Posteriormente, en el propio sitio ocupado por las familias seris, se construyó una enramada con función eclesiástica, que fue deteriorándose, y que requirió una reconstrucción hacia 1830. En esta época, tanto Villa de Seris como la naciente ciudad de Hermosillo se encontraban habitadas por diversos sectores culturales, destacando ya demográficamente la población ibérica y criolla, mientras que las familias comcáac ya se habían retirado para entonces de la localidad. 

En el año de 1875 nuevamente fue remodelado el rústico templo de madera y materiales perecederos, a la vez que fue nombrado y dedicado a Nuestra Señora de la Candelaria, motivo de fe de la población blanca que desde entonces ha habitado este sitio. 

De ser una aldea agrícola, en el periodo posrevolucionario Villa de Seris se convirtió en ejido, y hacia 1930 se incorporó al fundo legal y urbano de Hermosillo. Fue hasta 1950 cuando el templo fue edificado con la usual nave eclesiástica, bóveda de concreto y fachada con campanario, adquiriendo su forma actual.

En la época moderna, la fiesta de la Candelaria ha congregado no sólo a los oriundos de Villa de Seris, sino también a la población hermosillense, así como de otros municipios. La asistencia en estas primeras décadas del siglo XXI se ha contado de seis mil a más de doce mil personas.

La fiesta religiosa consiste en diversos actos que se realizan durante más de una semana. A fines de enero se efectúa una peregrinación con la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Candelaria, con lo cual da inicio un novenario que concluye el día 2 de febrero. Un complemento del programa litúrgico es una kermés que tiene lugar en la plaza del barrio, frente al templo, que inicia el día 31 de enero. Además de ser un servicio para fieles y visitantes, las actividades gastronómicas y comerciales tienen como propósito recaudar fondos para el sostenimiento de la parroquia. Se hace instalación de decenas de puestos de venta de comida, artesanía y artículos personales, destacando el rubro gastronómico, y en particular, los tamales. Varias familias y mujeres organizadas preparan miles de tamales, así como otros alimentos y bebidas propios del menú regional. 

Foto: ISC.

Entre los tipos de tamales que se ofrecen se encuentran, en primer término, los tradicionales en la cultura mestiza sonorense: de carne (que en Sonora se acostumbra preparar con carne de res y con chile colorado), y de elote (que puede ser de un tenue sabor dulce, o con rajas de chile verde y queso “fresco” o “regional”). Recientemente se han generado recetas que han diversificado al tamal local: de acelga (acelga, grano de elote orgánico, zanahoria, chile serrano picado, relleno de queso Philadelphia); de vegetales (grano de elote orgánico, pimiento morrón verde, amarillo y naranja, relleno de queso amarillo y queso Philadelphia); tamal dulce con base en elote e ingrediente distintivo: de piña, fresa, arándano, y piña-coco, entre otros sabores.


Otros alimentos y bebidas típicos de la kermés de la Candelaria son: platillo de un guiso principal, como carne con chile, barbacoa, machaca, carne deshebrada; también se ofrecen burros de estos mismos guisos, así como de frijoles; tacos de carne asada y de adobada; como bebidas, café colado, champurrado y aguas frescas de fruta; como postre, pasteles de varios sabores, pay de queso o de manzana, coyotas, coricos, obleas y empanadas.

Más allá de la Fiesta de la Candelaria, Villa de Seris es una comunidad reconocida por su oferta gastronómica, y en particular, por la repostería regional, destacando la coyota, acompañada por lo regular en los estantes por coricos y obleas. Por ello, en torno de la plaza se encuentras diversos locales permanentes, que continúan su oferta junto a la vendimia de la kermés.

La coyota es un tipo de alimento asociado a la panadería, aunque con rasgos peculiares, presuntamente originado en Chihuahua, adoptado por una familia en particular, reformulado por la comunidad, y que en décadas recientes se ha propagado a regiones vecinas. Consiste en una torta muy delgada con un relleno en capa de piloncillo o “panocha”. Sus ingredientes son: harina de trigo, manteca vegetal o de res, levadura, piloncillo y, eventualmente, azúcar y café. Con la llegada del siglo XXI y la expansión del consumo y de la comercialización del alimento como producto, se adoptó como postre en las regiones colindantes y se diversificaron los sabores, por lo que se pueden encontrar también coyotas de jamoncillo, guayaba, manzana, piña, mango, chabacano, fresa, higo, bavaria de coco, bavaria de vainilla, zarzamora, cajeta, cajeta con almendra, chocolate, leche con nuez, e incluso, “coyotas de nieve”, que van rellenas de helado de diferentes sabores, como vainilla, vainilla con fresa, vainilla con chocolate, vainilla con cajeta y chocochips.

En años recientes, vecinos organizados  e instituciones culturales locales añadieron un programa a la fiesta, nombrándole Feria del Tamal, en realidad, como complemento artístico y humanístico a la actividad culinaria, y para ordenar las presentaciones artísticas y bailes populares que históricamente se habían efectuado. Hay también una amplia área de juegos mecánicos por las tardes y noches, frente a la plaza. 

Entre estos días tiene lugar una carrera pedestre, que congrega a los antiguos moradores de Villa de Seris, a su descendencia avecindada en otras colonias o ciudades, así como a visitantes y turistas.

Misa final de novenario en Templo de Nuestra Señora de la Candelaria, 
1 de febrero de 2022. Foto: TCS.


El día 2 de febrero se realiza la presentación del Niño Jesús ante el templo. En este evento, las personas llevan a bendecir figuras del Santo Niño, vestido el personaje con atuendos elaborados en casa, o  que han sido adquiridos en los propios puestos de la kermés. El acto de presentación implica padrinazgo, y con ello, el refrendo de lazos familiares y comunitarios. Además, madres de familia con bebés recién nacidos, y de hasta dos años de edad, les llevan igualmente al templo a presentarlos, para recibir la bendición.

Plaza de Villa de Seris, 2 de febrero de 2022. Foto: TCS.


En este año 2022, debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19 se suspendió la fiesta, aunque se realizaron los actos litúrgicos en el templo, y hubo una vendimia mínima en la plaza.

Plaza de Villa de Seris, 2 de febrero de 2022. Foto: TCS.

Foto 2: Edward H. Davis, 1922.

Fotos 4, 5 y 6: ISC.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La diversidad cultural del noroeste de México

Juramento yaqui

Transfiguraciones del desierto