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Mostrando entradas de octubre, 2007

La llama cucapá

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En el ejido Pozas de Arvízu, comunidad cucapá de Sonora, falleció hace poco tiempo una de las señoras mayores. Me lo comunicaron por teléfono. Días después, recibí un mensaje informándome de la muerte de don Onésimo González, líder espirutal y político de los cucapá de Baja California. Las sensaciones de tristeza y frustración, traidas por la muerte de don Hilario, se volvieron entonces una nebulosa en la que se confundían los recuerdos de Pozas de Arvízu, de El Mayor, del río Colorado, del río Hardy, de las viejas historias, de los viejos anhelos. Hasta el último momento defendió su cultura, no sólo con la palabra sino también con la acción. Lo visité hace poco más de un año en su campo pesquero. Guardaré sus palabras en el corazón (y sus dibujos en mi cuaderno de campo), con aprecio. Pero las palabras de un gran anciano no deben atesorarse; deben sostener y mantener la lucha por la persistencia, como ha sido hasta ahora la convicción de los cucapá pescadores de El Mayor. Tomé la foto

Don Hilario

Hace unas semanas (no se cuantas, todos quisiéramos poder decir cuando exactamente), murió don Hilario, líder espiritual de los yaquis del barrio El Coloso, de la ciudad de Hermosillo. Mantuvo la tradición de la conmemoración de cuaresma y semana santa durante décadas. Cuando otros ritualistas, a partir de la década de 1970, se fueron del barrio para aventurarse en realizar el ritual en áreas urbanas ajenas al barrio, él insistió en permanecer en ese espacio cada vez más reducido por la vecindad yori. Quedarse en la nostalgia por su presencia sería una desgracia comunitaria; su empeño debe continuar a través del tiempo, a través de sus hijos y a través de la ciudad, que interviene cada vez más ese nicho de la identidad yoeme.

Desencuentro en Vícam

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Tonatiuh Castro Silva Este día 10 de octubre inicia en Vicam Estación o Vicam Switch o “Vícam Swichi” el denominado Encuentro Internacional Indígena, convocado por el Consejo Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Para el espectador puede resultar admirable que en un pueblo de Sonora se realice un encuentro continental de pueblos indígenas. Sin embargo, el trasfondo indica la verdadera naturaleza del evento. Cinco de los Ocho Pueblos rechazan la realización del “Encuentro”: Tórim, Vícam, Pótam, Ráhum y Huirivis, ya que con un criterio que parte del mismo sustrato centralista prevaleciente en México desde la época colonial, se organizó y convocó al evento careciendo de la autorización de las Autoridades Tradicionales del pueblo Yoeme o Yaqui. Fue posible entonces, sólo recurriendo a algún grupo propio del territorio, aunque este careciera de reconocimiento político por parte de la etnia, ni una labor que le de sustento y valor político y cultural. La ubicación