Políticas culturales en Sonora

Primera parte

Tonatiuh Castro Silva

Introducción
Resulta necesario establecer el hecho de que la acción del Estado en el campo de la cultura idealmente no se restringe al ámbito de las llamadas “instituciones culturales”, abocadas principalmente a la difusión de las artes y las humanidades. Desde una perspectiva teórica, la cultura comprende, además de esta área fundamental en el desarrollo social, también otras áreas de la vida social y, por tanto, de la administración pública. En realidad, el Estado en cualquiera de sus componentes posee un fundamento cultural, de tal manera que sus distintas labores se contextualizan en un trasfondo etnohistórico y en sociedades definidas o inclusive determinadas por los hábitos, los gustos, las costumbres y las tradiciones.

Ante la carencia de políticas culturales, los aparatos estatales sonorenses han identificados dos categorías de acción como las propias de su ámbito: obras públicas y eventos. Partiendo del supuesto de que edificar es contribuir o, de plano, lograr el desarrollo cultural, en Sonora, sobre todo en sus localidades urbanas, han aparecido obras públicas que tarde o temprano se convierten en lastres del verdadero progreso. Por otra parte, la idea de que impulsar “la cultura” consiste en el despliegue escénico de las artes, ha implicado a su vez el concepto de festival. Así, las “instituciones culturales” organizan y ofrecen festivales partiendo de una acepción medieval de la cultura, basada en una visión elitista según la cual la cultura consiste en bellas artes, obra intelectual y la exquisitez en cualquiera de sus expresiones, dejando a las expresiones tradicionales y populares únicamente una expresión folclorista, de exhibición hueca y denigrante. Consideraremos a continuación el proceso histórico de ambas modalidades de la acción cultural en Sonora.

La institucionalización de la cultura
Tras el periodo modernizante, comprendido entre la décadas de 1940 y 1960, la sociedad sonorense se encontraba en una etapa política cuyo principal rasgo es el conflicto: movimiento estudiantil de 1967; matanza de San Ignacio Río Muerto/Caída del gobernador Biebrich; lucha de guerrillas; persecución política; dictadura universitaria; movimientos estudiantiles (Uni Son, Normal del Estado); graves problemas urbanos.
Después de un periodo de transición en la gubernatura, el médico Samuel Ocaña García fue elegido como titular del poder ejecutivo estatal para el periodo 1979-1985. Su administración constituyó en los esenciales aspectos de la sociedad sonorense un periodo de conciliación política, impulso económico y desarrollo de los aparatos culturales oficiales.
La acción cultural de su gobierno constituye sin duda el periodo de mayor contribución al desarrollo de las instituciones culturales. Mientras en el resto del mundo se vivía una década perdida, un auténtico renacimiento humanístico tuvo lugar en Sonora.
Una ola de animación cultural dio lugar a un conjunto de obras y acciones que no han sido justamente valoradas: concreación de la Casa de la Cultura de Sonora (proyecto de la anterior administración estatal, la de Alejandro Carrillo Marcor), creación del Centro Ecológico de Sonora, Banda de Música del Estado, Radio Sonora, restauración de la penitenciaría del porfiriato como Museo de Sonora y sede del INAH, y contribución decisiva para la creación de El Colegio de Sonora, la Sociedad Sonorense de Historia y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C.; reestructuración del Archivo Histórico estatal, edición de la Historia General de Sonora y 138,000 volúmenes de 46 títulos (comprendiendo ediciones y mayormente reediciones).
Durante esa década de 1980, y como expresión tanto del proceso federal de modernización administrativa, como por la convicción educadora social del gobierno de Ocaña, se descentraliza la educación estatal en Sonora.
En la etapa final de la gubernatura de Rodolfo Félix Valdez se crea el Instituto Sonorense de Cultura. Con ello, inició una nueva estrategia de acción gubernamental, basada en una conceptualización de la cultura común a partidos políticos, a artistas y élites económicas: la cultura como creación suprahumana.

Ponencia presentada en la mesa redonda "Políticas culturales en Sonora. Del folclorismo al desarrollo social", organizada por 'Umran. Investigación y desarrollo, y realizada en el Auditorio del Departamento de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora, el día 26 de noviembre de 2010.

Foto: Festival Alfonso Ortiz Tirado en Hermosillo. TCS

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ASENTAMIENTOS, POBLACIÓN Y TERRITORIO
EN AMÉRICA LATINA
XXXVI SIMPOSIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE SONORA
22-25 DE FEBRERO DE 2011

Auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia
(Rosales 123, Centro, Hermosillo, Sonora)

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